sábado, 1 de diciembre de 2018

Little Black Dress


“Diez de casa 10 mujeres tienen uno” así lo proclamaba Vogue en 1944, “ pero diez de cada diez quieren otro, porque el “little black dress” dirige a una vida mejor equilibrada. 

Una prenda camaleónica, sin igual en ambiente, tiempo y lugar.
Tiene el potencial chic más elevado (sólo si es bien llevado).

El concepto de “Little black dress” nació en 1926, cuando Vogue mostró un boceto de un vestido tubo de manga larga negro en crepe de Gabrielle “Coco” junto al título “ The Chanel “Ford”, el vestido que todo el mundo llevará.


Considerado pionero por el uso de un color que había sido asociado generalmente con el luto, e innovador en su silueta, versátil e insinuante. 
La comparación del vestido con un coche Ford implicaba la eficiencia de la línea de producción del modelo T (coloquialmente conocido como Tin Lizzie), pero también enfatizó el sentido práctico de su color. 
Esta publicidad en Vogue, incrementada por la propia auto promoción de Chanel, condujo al “Little black dress” a ser sinónimo con la diseñadora durante las décadas siguientes.

Historiadores especializados en moda han desenmascarado la mitología alrededor del “Little black dress” : ni fue una invención de Chanel ni el primer caso del color negro como un color de moda en vez de un símbolo de luto. 
Por ejemplo, en el siglo 15 siendo el tinte negro un color costoso en su producción, estaba asociado a la riqueza y al refinamiento de las clases más altas de la aristocracia española.
Más tarde, en el siglo 19, con la introducción del tinte con anilina (compuesto orgánico que se usa para fabricar una amplia variedad de productos como por ejemplo productos químicos agrícolas, pinturas sintéticas, antioxidantes), hizo el color más accesible y el atuendo negro empezó a ser asociado con las clases más bajas.

Cuando el color fue adoptado por las mujeres fashionistas de la época fue considerado una toda una declaración, divinamente capturado en la pintura de John Singer Sargent de 1884 “ Portrait of Madame X” en la cual la socialité Virginie Gautreau está vestida en un atrevido y entallado vestido de noche negro. 

Coco Chanel así misma declaró: “Scheherazade (suite sinfónica del compositor ruso Nikolái Rimski-Kórsakov ) es fácil, un “little black dress” es difícil”. 
Históricamente, la prenda ha servido como una manera para explorar asociaciones simbólicas: sofisticación, elegancia, sexo, poder, rebelión y carisma. 

El “Little black dress no es un estilo per se” ha opinado la historiadora en moda Valerie Steele, “pero es un concepto de moda enteramente versátil..


Hay muchas maneras para diseñarlo. 
Es moderno, cambia, pero es siempre es el mismo y siempre es una clase de coraza chic.
El Givenchy que Audrey Hepburn luce como Holly Golightly, en la escena que abre “Desayuno con diamantes”, cuando se para en el escaparate de la mítica joyería neoyorquina, Tiffanys, mientras come un pastel y bebe café, encapsula perfectamente esta idea.
Un vestido sin mangas, corpiño ceñido, falda suavemente fruncida y resaltando elegantemente los hombros, tiene un aire de “sin esfuerzo” por la naturalidad con la que el personaje disfruta su desayuno mientras luce de punta en blanco su atuendo de noche.

El famoso mito de “little black dress” es remarcado por el énfasis en la silueta femenina. Este se ha manifestado en una variedad de formas, desde el recatado en diseños de los años 50 de Christian Dior resaltando la cintura, al “ New Look” de la firma de Azzedine Alaia con vuelo en los años 80. 





Fuente:   Paola Antonelli and Michelle Millar Fisher (2017)       
"Items: Is fashion Modern?" The museum of art, New York

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