Relato 195
“Tú no lo entiendes, pero es que yo la he visto poner luz,
color y alegría cuando sólo había ganas de llorar.
Yo la he visto construir tras una terrible demolición,
la he visto levantar su peso y a mí con ella de lo que eran unas putas ruinas.
Y siempre, por daño que nos hicieran, jamás una mala palabra de nadie.
Te juro que la miraba y me decía: “¿De dónde narices saca las fuerzas?” Me emociona su coraje, su infinita bondad y su enorme luz, hemos llorado juntas por la Vida y por la Muerte, hemos bailado hasta cerrar el baile, pero nunca le llego...
por más que la imite o me asemeje a ella.
Bendita mi suerte haber salido de ti.
El mundo siguió dando vueltas cuando a nosotr@s se nos paró,
y ella sin mencionar la palabra dolor, sin mostrar su desgarro,
puso un canto a la mañana.
Anudó la pena y la pisoteó.
La he visto honrar a los que se fueron con el agradecimiento más puro y el amor infinito por los que te enseñan a andar.
Yo la he visto fingir hasta creérselo, interiorizar, asumir y seguir.
La he visto correcta, amable e infinitamente elegante aún habiendo recibido un desaire.
La he visto callar su dolor para no condicionar y cientos de miles de millones de ejemplos de educación que la hacen Única e Inmejorable.
A lo mejor no lo entiendes, pero es que yo la he oído cantar cada mañana desde que tengo uso de razón y aún en las navidades más frías, con las ausencias más notables,
quiso cantar en honor a ellos...
Tú no lo entiendes, pero es que yo lo he mamado desde cuna, eso de seguir adelante sin ni siquiera saber porqué,
sin opción a más opción, por instinto, sobreponerse sin saber levanterse,
siempre adelante.
Siempre.
Es mi madre, que suerte la nuestra @planeta_lau”
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