Relato 196
Sin embargo yo...
ni teniéndole todas las noches
durmiendo a mi espalda,
me sería suficiente.
Me despertaría
todas y cada una de ellas,
mas una Más...
para constatar, tocar,
palpar y sentir su cuerpo,
oler su cuello, rodearle,
abrazarle y dejarme llevar...
Estaría estallando en mil colores,
borracha de Amor,
deshidratándome,
deshaciéndome,
gota a gota,
placer a placer,
cuerpo con cuerpo,
y aún así... me sabría a poco.
Sí, de locos, de atar,
de locura salvaje,
de amantes ciegos,
de amar sin Cura ... de no poder evitarlo.
Sin remedio.
Le quiero así.
Sin medida.
La Vida es desmedida,
desigual e injusta.
Otras llega a ser Nociva.
Mientras, Yo ... Intensita.”
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