Relato 276
Lugares que ya sólo existen en tu memoria y sin embargo siguen tan vivos que podrías tocarlos, que incluso todavía,
puedes olerlos.
Puedes recordar como se sentía,
cómo sentías y latías.
Lugares a los que volver cuando el frío acecha todavía siendo mayo,
la memoria y sus regalos,
tan compasiva y complaciente
que puede ser adictiva.
Los recuerdos.
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