Relato 275
“Como ver amanecer después de la noche más larga,
instantes fugaces en los que pareciera contenerse la vida entera;
un segundo, dos, tres ... y tu cuerpo habla, grita, jalea, desordena y explosiona.
Tú que pensabas que había enfermado de apatía, que en los últimos meses languidecía...
hoy se ha despertado y un momento le ha bastado para explicarte con cada fibra lo sensorial del verbo “erizar” y el significado de “irracional”.
Ya quisieran ilustres oradores, filólogos, traductores o comunicadores alcanzar la grandilocuencia del discurso del cuerpo.
Y es que a veces,
el lenguaje no llega donde las emociones se pasan o te traspasan.
Una mirada.”
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