sábado, 31 de octubre de 2020

Relato 259




Relato 259


de jalowÍn  y 
confitamiento

“ He barrido, fregado y limpiado. 

Limpiado a fondo, con esfuerzo, con esmero, a conciencia, 

como si en cada fricción quisiera borrar algo. O alguien. 

Ha vuelto a mi cabeza la conversación de ayer, y es que las charlas con M. dan para todo y para mucho más.

Nuestras charlas son extensas, intensas y densas, hace años que no disfruto de otras conversaciones, no me entusiasma lo más “In” ni el “must have” y sin embargo me inquieta saber cuánto pesa una lágrima, 

no otra la tuya, su origen y tu detonante. 

Conversaciones de confesión, 

confesiones para conversar, las de una vida, 

la razón del insomnio, 

un desnudo real que no es físico pero es integral; la descarga de pensamientos necesaria para continuar el viaje con la mayor levedad, sin caer en lo insufrible de Kundera.

Hemos recorrido el pasado para curarlo y poder soñar bonito con un futuro pos-pandemia, cuando volvamos a ser libres, cuando seamos ese otro yo aspiracional donde reposará algo del este presente.

¿De qué sirven las “emociones/lecciones” si no se la aprende de ellas?

Seremos otros, en otros cuerpos, 

un poco más viejos, en otras mentes, más sabias, 

extrañaremos la robustez y firmeza que ahora ni vemos y sólo maldecimos; 

añoraremos la inocencia que nos hizo únicos, 

habremos cambiado de preferencias, de prioridades o habrán aparecido otras, otras nuevas; 

habremos transmutado ese bucle incesante que nos ata a tierra, nos aferra hasta bloquearnos, nos detiene y nos frena en seco,  como si de un Stop gigante y luminoso se tratara.

Cada uno con lo suyo y los demás con el resto, sintiendo a miles cada gramo de injusticia, de miedo, de desdicha, de nostalgia y de incertidumbre.

Volveremos, no tengo duda, pero seremos otros.


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