Me resulta muy complicado retomar estas líneas teniendo circunstancias tan difíciles de asumir.
Me resulta frívolo hablar de moda cuando en mi cabeza suenan las vidas que han quedado a medias de más de 20 mil personas.
Cada muerte, cada vida.
Cada cifra una persona, un nombre detrás de un número, una historia, un adjetivo que le describía, su amor, sus caricias, aquel beso, un secreto que se guardó para sí y para siempre,
su mayor éxito o su peor derrota, un lugar inolvidable, un momento memorable... su agenda, su teléfono, sus fotos, sus manías, su comida favorita, su canción irremplazable,
sus destrezas, habilidades o aquellas incapacidades que le hacían únic@....