Relato 227
Y por muchos kilómetros que recorras...
a pie, en coche, a nado, en barca o en avión...
habrá lugares que tardarás en alcanzar.
“Los perdones debidos”, aquellos que te debes a ti,
por no haber actuado a tiempo o por haberlo hecho mal,
tarde y a destiempo; por no haber sido capaz,
o por haber sido absolutamente incapaz;
por no hablar en el momento o por hablarlo en el descuento;
Lugares que llegarán como aquellas cicatrices que tardaron en curar.
Se detiene el destino en enviar perdones, que son plaquetas, y finalmente...
todo pasa, todo llega..”
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