Relato 95
" Tienen sus ojos una mezcla de alegría y resignación que sin poder evitarlo,
me encogen y se apoderan de mí.
Intento detenerme en su Alegría.
El cansancio de los sinsabores de la vida, junto con la derrota del que se siente vencido han propiciado una actitud de serenidad y temple que coquetea con lo yacente.
Ya no cree más allá del día del mes y la hora,
todo lo demás le parece efímero, volátil, impredecible y casi inalcanzable.
La empatía que me despierta,
me invita a entenderle y a no culparle por ello, mientras... sigue sin decir Nada, y sin embargo lo dice Todo.
Se ahoga el arrebato y el impulso en la rutina del día... muriendo un poco más y viviendo un poco menos.
Guerras perdidas sin ser libradas,
la desilusión instaurada como nueva forma de Vida...
y así pasan las horas... lentas. Inexorablemente Lentas, Inciertas y Huecas."
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