Relato 249
“Languidece con el tiempo la ilusión,
sin embargo,
muy despacio, poco a poco y de una manera casi imperceptible, este mismo pasar deja estrellas en tus hombros;
así, cuando el día se nuble,
cuando te alcance la noche en el lugar más sombrío o la angustia aceche,
el brillo de sus estelas te ayudará a continuar.
Vuelve a casa, a cubierto, a tierra segura;
“Sigue el camino de baldosas amarillas...”
Sí, como Dorothy, calza rojo y a seguir;
en el viaje te encontrarás personas sin corazón, otras sin cerebro y en el mejor de los casos, otras inofensivas...
No te distraigas, vuelve a casa.”
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