Relato 246
Aquella mañana tenía todos los mares retenidos en su mirada, las noticias del día anterior habían espantado a Morfeo y todos sus poderes curativos;
retenía mares, mares inmensos como océanos y la presa que los contenía amenazaba con derrumbarse.
Finalmente, llegó.
Vaciarse, el acto de los valientes,
sincerarse y asumirse derrotado es el gran paso.
Indispensable para continuar la batalla;
para redirigir el gps y continuar el camino.
Hay inicios que se sienten como finales y es “sólo” cuestión de encontrar una nueva perspectiva más amable, más liviana y más ligera.
Inicios que saben a gloria,
finales que saben a sal.
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