Relato 235
La Obra a diferencia de la Vida te deja cientos de miles de ocasiones para ensayar.
Cientos de horas para memorizar la nota,
el tempo, los matices y perfeccionar ese compás maldito.
La Vida no.
La Vida no da opciones, ni ensayos, ni entrenamientos o simulaciones.
La Vida te pone a prueba y No te avisa;
te reta, te revuelve y según caigas...
debes continuar... en el transcurso aprenderás y algunas veces sin arrepentimiento alguno, podrás entonar...
”Lo hice a mi manera...”
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