Relato 209
Las lágrimas del tiempo regaron los tiempos sin medida y junto a la imperativa paciencia ... floreció otra piel.
Nueva, Tersa, Distinta, con olor a Ganas.
Regeneración propia de la fuerza madre,
la naturaleza sigue su curso sea primavera, verano o el más frío de los inviernos.
Ella no pregunta, actúa, irrumpe, se abre camino, inunda, se conjuga y ejecuta.
Todo pasa, Todo Llega”
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