domingo, 6 de mayo de 2018

Relato 193



Relato 193
La práctica y ejercicio de la gran lección “Cuidados del Amor Propio” 
te llevará a la Despedida de personas que un día creíste Eternas en tu Vida. 

Amigos, compañeros, Novios o Familia,  
estos últimos, quizás sean los que más puedan doler.

Personas que fueron lugares, que quisistes, amaste, cuidaste, ayudaste, 
besaste, abrazaste y un sin fín de verbos con los que conjugaste el “Para Siempre”.
Personas de las que orgullosamente un día gritaste al mundo que eran de tu propiedad: 
”Es mi primo, amigo, casi hermano, compi, novio, tío, primo, sobrino, hermano, abuelo...” en ese errado afán humano de creernos dueños de algo.

Personas que formaban parte de tu universo más real, palpable, certero, seguro, a veces rutinario pero tan enriquecedor como necesario.
Personas que hacían tu mundo más bello, en el peor de los casos, personas con las que creciste, compartiste infancia, inocencia, adolescencia, Navidades, complicidad, cantaste canciones, confesaste miedos y secretos inconfesables, y dibujaste sueños a color.

Personas que hoy, son lugares en los que “ya no cabes”, no te hallas, no te encuentras, no confías y en el peor de los casos: Desconfías.
Personas de las que debes Huir porque un día te hirieron tanto que es mejor Huir. 

Su capacidad de causarte dolor, sin ser conscientes, puede ser letal.
Desconocen la magnitud y profundidad del daño, haciendo que una reconciliación sea altamente difícil y difícilmente probable.
Por Dios sabe qué motivos, no ven que en tu cuerpo hay algo ...
Mucho Más Sensible que tu piel al sol. “

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