Relato 82
"Las horas de aquel atípico verano
eran inexorablemente lentas, horrorosamente calurosas
Entre lo que podría haber sido y lo que realmente era,
había nacido una incertidumbre traducida en pesadumbre...
Las ganas,las de ella y las de él,
amenazaron con un triste naufragio,
amenazaron con un triste naufragio,
mientras emergía una radiante y poderosa realidad,
la de ellos, la difícil, la cuasi Imposible...
Quedándose atrás la santa paciencia ,
la bendita ignorancia,
las ilusiones y las pasiones...
ya perdidas, ahogadas y maltratadas en manos de la fría rutina de kilómetro,
y por la incomunicación de la mudez del miedo.
Ella no supo explicarse,
y Él... no supo verla,
absorto en los vaivenes de su propia marea,
ese mismo mar que no le dejaba ver ninguna orilla...
Ola a ola,
y Día a día...
olvidaron respirar.
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